'Saw V' llega a nuestros cines este fin de semana, con Tobin Bell, Costas Mandylor, Scott Patterson, Betsy Russell, Mark Rolston, Carlo Rota, Julie Benz, Greg Bryk, Laura Gordon y Meagan Good en el reparto, David Hackl en la dirección y con guión de Patrick Melton y Marcus Dunstan.
En esta quinta entrega, Hoffman es aparentemente la última persona viva que puede seguir adelante con el legado de Jigsaw. Pero cuando su secreto se ve amenazado, Hoffamn no tiene más remedio que ir a la caza de cualquier cabo suelto.
Ciertamente, tras el estreno de 'Saw' en 2004 de la mano de James Wan, la saga de Jigsaw que , al menos a priori, finalizará de manera definitiva con su sexta entrega, se ha ido devaluando por momentos de la mano de Darren Lynn Bousman. De este modo, ni 'Saw II', ni 'Saw III' ni 'Saw IV' ofrecían interés alguno para el grueso del público no devoto, ni con sus mareantes giros argumentales, ni con su considerable aumento de la casquería gratuita, ni con unos cada vez más recurrentes flashbacks.
Más de lo mismo, levemente mejor
David Hackl, por su parte, toma el legado videoclipero y fragmentado con reconstrucción final de sus predecesores, en una película que estéticamente y técnicamente resulta indeferenciable a lo anteriormente visto, si bien su entramado resulta bastante más soportable que todo lo ofrecido por el director de 'Repo! The genetic opera'.
Saw V se centra nuevamente en los agentes del FBI interpretados por Costas Mandylor y Scott Patterson, en una película con más metraje a modo de flashback que en tiempo real, resultando, por otro lado, relativamente interesante. Esta quinta entrega se nos presenta mucho más pausada, ahondando en la relación entre Jigsaw y el agente Hoffman, del mismo modo que en las anteriores entregas sucedía algo similar con personajes como Amanda, o simplemente se centraba en los orígenes y motivaciones del personaje interpretado por Tobin Bell.
Por contra, la película de David Hackl resulta bastante soportable, eludiendo en buena medida el gore por el gore en favor de dicho entramado a modo de deja vu, no por su calidad o relevancia, si no más bien por su comedido ritmo narrativo; desgraciadamente, la acción en tiempo real protagonizada por Julie Benz y compañía carece de gancho y motivación algunos, resultando ser una mera excusa para ofrecernos las pruebas de fe de rigor marca de la casa. Ni excesivamente ingeniosos ni demasiado truculentos, los juguetitos de Jigsaw y su cohorte de groupies se nos antojan más gratuitos que nunca, intersecciones meramente dilatadoras entre el verdadero grueso del metraje, que pretende afianzar la historia que la cuarta entrega tan sólo se limitó a esbozar sin demasiado empeño.
De este modo, podríamos decir que esta quinta entrega de Saw es tan gratuita y prescindible como las secuelas anteriores, si bien, puestos a elegir entre todas ellas, un servidor recomienda encarcidamente ésta última, tanto por su ligero distanciamiento con la obra de Bousman como por su independencia argumental, pues las constantes referencias a las anteriores entregas permiten comprenderla habiendo visto tan sólo la primera entrega, cosa que más de uno agradecerá.